viernes, 1 de mayo de 2009

El Editorial

Contaminación, una destrucción premeditada.

La crisis medioambiental que estamos viviendo, no parece mejorar, más bien parece empeorar cada día.
El cambio climático, vincula directamente el presente con el futuro, sin embargo, es algo que se puede detener, pero tenemos poco tiempo para hacerlo.
No hay otro tema más urgente y ninguno exige medidas tan inmediatas y determinantes como éste.


Es muy notorio y podemos detectarlo en fenómenos como: La creciente exposición a sequías, tormentas intensas, inundaciones, descongelamiento de los polos, tsunami, huracanes, etc. Además, estas son algunas de las cosas que están frenando los esfuerzos de las personas pobres por mejorar sus vidas y las de sus hijos e hijas.
Este problema, es el inicio de un retroceso en enormes proporciones del desarrollo humano, que amenaza con paralizar y revertir los avances conseguidos durante generaciones.
La manera como el mundo enfrente esto tendrá un efecto directo en las perspectivas de desarrollo humano de un gran segmento de la humanidad.

Lamentablemente, los más afectados son las personas de escasos recursos ya que son los primeros en sufrir las consecuencias y son los que llevan el peso del cambio climático, pero luego será toda la humanidad, la que enfrentará los riesgos asociados al calentamiento global.
Otros de los más afectados además de los pobres, serán las generaciones futuras, que tendrán que enfrentar las consecuencias de los actos que en el presente hagamos.
Lo que importa en el contexto de esta situación es que los riesgos emergentes afectarán de manera desproporcionada a países ya caracterizados por altos niveles de pobreza y vulnerabilidad.

El punto de partida para evitar el cambio climático es reconocer características principales del problema:

1. Los gases que son emitidos tardan muchísimo tiempo en desintegrarse y permanecen en la atmósfera durante mucho tiempo, ósea que las consecuencias son a largo plazo.
Es decir, así como nosotros en la actualidad estamos soportando las consecuencias de las emisiones desde la revolución industrial, también en un futuro otras personas sufrirán las consecuencias de los gases que ahora se emitan.

2. Se debe de tomar cartas en el asunto inmediatamente, sino las cosas empeorarían de una manera catastrófica. Ya que no hacer nada garantiza el avance hacia una mayor acumulación de gases de efecto invernadero y hacia la destrucción del desarrollo humano.

3. La atmósfera de la Tierra no diferencia entre los gases de efecto invernadero según el país de origen. También la emisión de gases es responsabilidad de todos los países. Por ejemplo: si un país emite 50 toneladas de Gases invernaderos y otro emite 1 tonelada; ambos son igualmente responsables, no importa si uno emite mayor cantidad de gases que el otro o si un territorio es mas extenso que el otro.

Por desgracia la mayoría de veces estos temas solo permanecen archivados o no pasan de las palabras y nadie le da importancia, sin embargo hoy es cuando debemos poner de nuestra parte y comenzar a implicarnos en esto, ayudando aunque sea con un granito de arena ya que este puede hacer la diferencia; además podemos comenzar por nuestras casas y con pequeñas cosas, por ejemplo:
-Evitar el extremado uso del automóvil
-Desconectar los aparatos eléctricos mientras no los ocupamos
-No utilizar aerosoles
- reciclar los deshechos
-No usar la ducha caliente
-Revisar con frecuencia la calibración de las llantas.

Estas y muchas otras medidas más podemos emplear personalmente.
Y los gobiernos tanto de países desarrollados como subdesarrollados deben de comenzar a tomar medidas con rapidez y a involucrarse en esto, antes que destruyamos por completo nuestro mundo y antes de acabar con el futuro de las próximas generaciones. Somos los que vivimos en la actualidad los responsables y encargados, de que esto mejore o empeore.


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