Crónica de un teatro.
Existen muchas maneras de representar nuestras emociones, pensamientos y nuestras ideas. Sin embargo me atrevería a decir que la mejor manera de darlos a conocer es por medio del teatro.
El teatro es donde podemos personificar situaciones reales, históricas, etc. por medio de las artes escénicas que incluye el habla, gestos, mímica, música, danzas, etc.
Una época más definida se desató por el surgimiento del teatro, a decir verdad; el teatro surgió con la historia misma, y así ha ido evolucionando.
Al surgir el teatro se desarrollaron las representaciones dramáticas y de estas; las danzas córicas en honor de Dionisios, danzas que tenían lugar en un sitio circular, llamado orchestra, en un recinto al pie de la Acrópotis de Atenas.
El número de los actores y la importancia del diálogo fueron aumentando, fue necesario levantar una plataforma al lado del sitio de la danza y una barraca donde los actores pudiesen cambiar de trajes y de máscara. Al mismo tiempo se levantaban gradas temporales de madera para los espectadores, que no se situaban ya en filas alrededor del redondel, sino sólo en la falda de la Acrópolis que daba cara al Sur.
En el año 499 a. de J. C. se da lugar a la creación del primer teatro permanente en Gracia.
Estas fueron las bases sobre las cuales se forjó e inició el teatro, por supuesto ha evolucionado y en la actualidad es diferente.
En nuestro país se marcó una nueva época el 16 de enero de 1814 cuando se dio la primera representación dramática la cual fue llamada “Más vale tarde que nunca”.
Fue Francisco Díaz (1812-1845) el primero en escribir para el teatro, después de la independencia. Díaz fue un poeta, nacido en San Salvador, que participó con Morazán en la campaña de Costa Rica en 1842, cuyas poesías, se dice, “han sido impresas y reimpresas después de muerto y han sido reproducidas y elogiadas en la prensa extranjera, no porque en ellas campeen el arte y la corrección sino por la fluidez y armonía”.
Todos los años lleva a la tarima un abanico de obras programadas durante todo el año por temporadas. No solo ha apoyado a las tablas, sino que también ha apoyado a las artes plásticas, y durante este año 2009 como otro incentivo más para los actores, llevara a cabo la otorgación del premio “ovación”.
El teatro nacional ubicado en el centro histórico del gran San Salvador, a lo largo de la historia ha marcado también su gran influencia y apoyo a las tablas. Desde su reapertura en Septiembre del 2008 vuelve a resurgir como el ave fénix entre las cenizas y los grupos y compañías actorales se suman a este renacer de las tablas.
Mientras tanto su esposa Rosario Rios encargada del grupo de teatro de la Universidad Don Bosco manifiesta que debería de haber un apoyo de las entidades universitarias para que incluyan entre sus carreras la de artes escénicas, ya que en el país ninguna universidad cuenta con dicha carrera y obliga a los apasionados por las tablas a estudiar en el extranjero.
Mientras tanto el teatro en El Salvador seguirá al igual como la frase más célebre del arte escénico, “La función debe de continuar”.
viernes, 1 de mayo de 2009
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