“Tal vez se podría decir el motivo por el que decidí viajar en el año 2001 fue por la situación económica, en la cual se encuentra la realidad del país, ese fue uno de los motivos por el cual mi persona y tres amigos más, decidimos viajar. Nosotros decidimos viajar y salimos si mal no recuerdo, fue un 3 de octubre y decidimos los tres amigos, que salimos primero, ya lo veníamos pensando desde ya un poco bien, la decisión que íbamos a tomar.
No era una decisión tan fácil, pues el viaje a los Estados Unidos el cual es el sueño americano que toda la gente tiene. Y realmente este es algo que fue una decisión dura de tomar ya que pues, todos tenemos familias aquí, hijos y hermanos y otros amigos igual cada quien tenía a sus hijos, sus familias y todo. Es una decisión que se tiene que tomar y se tiene que pensar bien porque muchas veces, en muchos aspectos o experiencias, la gente no llega, la gente muere en el camino, la gente sufre en ese camino; sólo el que no vive esa experiencia, no puede decir que es fácil, porque no. Pero si se mira muchas cosas en el camino, las cuales uno ni se imagina…”
Valor y coraje es lo que se necesita para emprender este largo y cansado viaje, además de la esperanza y la fe de encontrar oportunidades de trabajo y un mejor futuro.
La raíz de esta problemática radica en la falta de empleos en el país lo que generando que enormes cantidades de salvadoreños tomen la decisión de emigrar.
En El salvador la tasa de desempleo es del 6.60% aunque paradójicamente la principal razón de los emigrantes de salir de su país es la falta de empleo. Hasta el 2006 el 62% de los jóvenes estaban desempleados o subempleados, de estos el doce por ciento son desempleados y el cuarenta por ciento son subempleados, es decir, seis de cada diez jóvenes están subempleados.
Mientras las oportunidades laborales se reducen el costo de la vida aumenta cada día más.
El fenómeno de la migración data desde mediados del siglo pasado, En Estados Unidos residen unos 2,5 de los 2,8 millones de salvadoreños que se encuentran en el extranjero; en su mayoría emigraron huyendo de la pobreza y del pasado conflicto armado que azotó El Salvador de 1980 a 1992.
La mayoría de compatriotas se han dedicado a oficios domésticos como cuido de niños, limpieza de casas, de oficinas, jardinería o fontanería. Predominantemente son los hombres lo que ha contribuido a que el 30 por ciento de los hogares salvadoreños sea conducido por mujeres.
Este porcentaje de compatriotas que viven en los Estados Unidos son los que ahora están manteniendo gran parte de la economía salvadoreña a través del envío de las remesas que cada año recibe el país, aunque debido a la crisis económica que esta afectando a nivel mundial las remesas han disminuido específicamente en los dos últimos años.
Los envíos de dinero que estos emigrantes hacen a sus familiares alcanzaron en el 2006 la cifra récord de 3.315 millones de dólares, una cifra que representan el 16% del Producto Interno Bruto (PIB) del país y que mantiene a flote la economía.
El Producto Interno Bruto (PIB) de El Salvador, que el Banco Mundial reporta como de 18.5 billones de dólares para el 2007, quedaría reducido a unos 14.8 billones de dólares si le restamos el efecto de las remesas.
Los emigrantes salvadoreños producen (24.7), es decir, un 67 por ciento más que lo producido por los que se encuentran en El Salvador (14.8).
Pero para lograr que el crecimiento económico de El país siga en pie ha sido gracias a la valentía y al esfuerzo que tuvieron nuestros hermanos Salvadoreños.
Son aquellos que caminaron abrazando el calor del desierto, volaron en avión, nadaron un rio, de cual quier forma trataron de llegar nada fue fácil.
En el camino hacia Estados Unidos, los migrantes salvadoreños son víctimas de asaltos, violaciones y otros vejámenes a manos de bandas delincuenciales organizadas. No son solo los delincuentes lo que extorsionan también lo hacen las autoridades migratorias que se aprovechan de la situación y son sobornados por unos cuantos dólares.
No hay un dato específico de cuantos salvadoreños mueren en el intento de pasar y cumplir su meta del sueño americano, pero si podemos mencionar que cada año un promedio de 200 centroamericanos mueren en México cada año, mientras más de un centenar quedan inválidos al caer de trenes o en persecuciones policiacas.
Emigrantes salvadoreños atravesando el rio grande.
“Cuando llegamos a Mexicali nos bajamos del avión, vimos raro que de los 4 que íbamos solo uno logró pasar.
No nos quería dejar pasar, incluso le ofrecí los últimos 400 dólares que andaba pero no nos dejó pasar porque ya había pasado informe y hasta arrogante nos amenazó que no volviéramos a intentar pasar.
Muchas personas creen que la migra mexicana son malas personas pero yo no siento que me trataron mal porque incluso en la delegación que nos llevaron en Mexicali ahí estuve 4 días ahí y habían personas de muchos países, incluso mexicanos, conocí bastante gente de muchos países, para distraernos nos poníamos a jugar; a la hora de la comida nos llevaban hasta un menú para escoger porque habían hasta 7 comidas por escoger. “comentó Rudy con respecto a la deportación, esta fue la primera vez de las dos veces que viajo y lo deportaron.
Hicimos un viaje del distrito federal a Tapachula como de 3 días, a otra prisión, donde había problemas que si quería dormir en una cama, la agarrabas y tenías que estar todo el día en la cama para que no te la quitaran.
Nos regresaron y desde Tapachula hicimos un día hasta acá.”
Sin más pertenencias que la poca ropa con que se fueron y su "sueño americano" hecho trizas, cientos de salvadoreños llegan todos los días al aeropuerto de El Salvador desde Estados Unidos o México, donde son detenidos y deportados por ingresar ilegalmente.
El número de deportados que llega al país es: un vuelo con unos 120 salvadoreños diarios.
Un total de 19.701 salvadoreños han sido deportados de Estados Unidos entre el 1 de enero y diciembre del 2008 y entre ellos 6.212 con antecedentes criminales.
Sin embargo aunque son miles los deportados tienen siempre en mente regresar y volver a intentar pasar aun teniendo conciencia de las dificultades y riesgos que les espera.
“Después de tanto esfuerzo que uno hace para poder llegar hasta donde uno esta para que te regresen fácil, ósea es bien difícil , Pero como te digo yo estoy pensando nuevamente en hacer otro viaje, pero no se cuando, no se que fecha, lo estoy pensando y lo estoy pensando bien, primero porque ya mi hija ya esta un poco mas grande ya entiende mas, ya pregunta ella el por que del que me voy a ir todo eso y te digo es bien difícil estar lejos de tu país en un lugar donde no perteneces y solo hablar por teléfono con tus familia. Yo nueva mente he pensado hacer ese viaje me arriesgaría y tal vez lo haría con un poco mas de coraje ya no solo con la idea tal vez solo de llegar.”
Rudy Mata no es le único que quisiera volver a intentarlo a pesar del sufrimiento que vivió. Estas parecen ser las palabras de los miles de deportados que llegan al país día con día con la decepción de que los agarraron y perturbaron su sueño de oportunidad libertad y anhelo de una vida mejor.
¿Cuál será el precio que seguirán pagando los emigrantes salvadoreños en la busca del sueño o pesadilla americana?
viernes, 1 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario